Introducción.
Su versatilidad, el interés y la diversión que genera, hacen de los balones gigantes (FitBall) una herramienta muy válida en muchos deportes, en actividades recreativas, en clases de Educación Física, e incluso en oficinas y en trabajos sedentarios, como promotores de un asiento activo alternativo a las sillas tradicionales.
Está ampliamente demostrado que realizar una actividad física apropiada y regular es, con mucho, la forma más económica y efectiva de evitar las enfermedades de las sociedades modernas y del envejecimiento prematuro (e.j. a inactividad, el estar sentado durante un tiempo prolongado, el exceso de tensión de los músculos dorsales que puede proceder de una mala actitud postural, por sobrepeso, o por un bajo tono de los músculos abdominales).
Beneficios potenciales del FitBall
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Principales características del trabajo
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* Proporciona una movilidad funcional para nuestra vida cotidiana brindando oportunidades para mantener contactos sociales y el aumento de la autoconfianza y la independencia en las tareas diarias.
* Mejora cardiovascular y acondicionamiento físico integral (coordinación, fuerza, resistencia y flexibilidad).
* Mejora la estabilidad, la consciencia y la actitud postural reclamando equilibrio, coordinación e interacción entre músculos especialmente a nivel kinestésico (posición de músculos y articulaciones), a nivel vestibular (equilibrio) y de percepción sensorial.
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- Incorpora una gran variedad de ejercicios específicos funcionales y/o deportivos con múltiples usos y beneficios.
- Puede orientarse a todas las edades y niveles de condición física.
- Puede practicarse en grupo o individualmente en casa.
- Ofrece un divertimento novedoso y diferente.
- Puede usarse con fines terapéuticos supervisado por profesionales.
- Pueden prescribirse una gran variedad de ejercicios nuevos y seguros.
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Tabla I. Beneficios potenciales y principales características del trabajo con FitBall.
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También ofrece una excelente base para ejercicios de fortalecimiento variados y ejercicios para la mejora de la amplitud de movimientos. Todo ello bajo una divertida dinámica rítmica que nos anima a realizar una buena técnica.

Estos ajustes favorecen la circulación de los discos intervertebrales y fortalecen los músculos de la espalda.
De igual manera, los rebotes ligeros sobre el balón nos conducirán a sentarnos manteniendo una postura correcta y ayudarán a fortalecer nuestros músculos posturales.
Usos potenciales del Fitball
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En clases completas
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Utilizando el balón a lo largo de cada una de las partes de una clase (calentamiento, trabajo cardiovascular, acondicionamiento y vuelta a la calma).
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En una parte de las clases
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Con vistas a dar variedad en la ejercitación o incrementar el interés introduciendo un nuevo instrumento.
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En clases con objetivos específicos
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E.g. ejercicios para el fortalecimiento de los músculos de la espalda.
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En un gimnasio
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Una gran variedad de partes corporales pueden ser ejercitadas utilizando como instrumento el FitBall.
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En la preparación personal
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La versatilidad del balón hacen de este objeto una muy útil herramienta.
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Tabla II. Usos potenciales del FitBall.
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Hay un amplio abanico de programas de ejercicios para trabajar distintas afecciones de esta naturaleza. No obstante, debemos ser precavidos ya que, en esta era de constantes incorporaciones de nuevas ideas y equipamientos , tendemos a la creatividad y la diferencia corriendo el riesgo de sacrificar la seguridad y la efectividad.
Sin la precaución ni el pensamiento crítico que nos ofrece la correcta formación y el entrenamiento, podemos llegar a desarrollar programas inseguros e inapropiados, causando un daño potencial a la salud de los practicantes y, por qué no, a la reputación de esta área del fitness.
Resulta ser una práctica muy atractiva para los niños por su novedad, para las personas de la tercera edad por la posibilidad de ajustar la práctica a sus posibilidades personales, para cualquier otro practicante por su variedad y para los principiantes por su simplicidad.
La sesión de FitBall.
Las opciones para la intensidad de los ejercicios y los tipos de clase son muchas y variadas. Una clase genérica de FitBall debería proveer una alta dosis de diversión, entretenimiento y esfuerzos efectivos de indudable valor terapéutico, cardiovascular y físico a nivel general.
El tipo de música a utilizar depende muy mucho del gusto personal y de los participantes. Eso si, siempre sobre una base de 4x4. Hay que destacar que el tempo debería ser más lento que el utilizado en las clases de Aeróbic, de otra forma el ritmo musical no se correspondería con los rebotes sobre el balón.
Se recomienda un ritmo de en torno a 125 beats por minuto para el calentamiento y sobre los 140 para los ejercicios cardiovasculares. En el formato de clase que presentamos a continuación, incluimos posiciones ejemplo sobre las que desarrollar diversos ejercicios:
Primera fase: calentamiento.
Podemos realizar ejercicios sentados sobre el balón o de pie manteniendo el contacto con el mismo para asegurarnos su control. También podemos realizar ejercicios sosteniendo el balón en el aire. Los botes a ritmo de la música, los balanceos laterales altos y bajos del balón caminando hacia delante, las rotaciones, ... traen aires renovados a “viejos” movimientos.
Cuando realicemos estiramientos, debemos prestar especial atención a los músculos de muslos, espalda, hombros y cintura pélvica.


Segunda fase: “rebotes y despegues”.
Es la fase de trabajo cardiovascular. Viene a durar de 20 a 30 minutos. Enseñar a controlar los músculos abdominales resulta sorprendentemente fácil cuando utilizamos el FitBall. Al sentarnos sobre el balón facilitamos de una forma sorprendentemente simple la contracción de esos músculos. Además, al movernos, botar o cambiar de posición obligamos a los músculos del plano profundo a trabajar aún más intensamente para mantener erguido el tronco.
No podemos obviar que podemos desarrollar programas sin incluir esta parte cardiovascular (ej. clases de relajación, gimnasia para la espalda y la postura, coordinación para los deportes con alta exigencia en equilibrio y ejercicios para la pelvis y los glúteos).
La técnica del rebote conlleva sentarse erguido sobre el balón fijando la atención en el control del tronco y la postura, manteniendo las plantas de los pies sobre el suelo siempre y cuando los ejercicios que introduzcamos nos lo permitan. Los glúteos estarán en contacto con el balón utilizando las manos para un apoyo extra si llega el caso.
Las subidas y despegues conllevan ponerse de pie con la espalda recta y sin bloquear las rodillas en extensión, manteniendo el contacto de la espalda sobre el balón, y este a su vez sobre la pared . Esta técnica complementa a los rebotes en lo que respecta al trabajo sobre los cuadriceps, los estabilizadores de la pelvis y los glúteos.
Las opciones para la tonificación muscular sobre el balón son ilimitadas aunque pondremos especial atención al fortalecimiento de los grupos musculares posteriores debilitados.
Cuarta fase: vuelta a la calma.
Su importancia es similar a la de la primera fase (calentamiento). Cuando estemos acercándonos al término de la sesión, introduciremos ejercicios de relajación y soltura muscular progresiva cuya acción se focalice en los grandes grupos musculares y articulares trabajados a lo largo de la sesión.
Recomendaciones.
Debemos tener presente que el entrenamiento con FitBall ha sido diseñado para la ejercitación y prevención.
L
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O
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||
cm
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inch
|
cm
|
inch
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56-65
66-80
81-90
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23”-26”
27”-32”
33”-36”
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55
65
75
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22”
26”
30”
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Tabla III. Tamaño del balón según longitud del
brazo del ejecutante.
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Altura del practicante
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Tamaño recomendado del balón
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De
5 años a 4’8”
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45
cms o 18”
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4’8
– 5’3
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55
cms o 22”
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5’3
– 6’0
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65
cms o 26”
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6
– 6’7
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75
cms o 30”
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Tabla IV. Tamaño del balón según talla del
practicante.
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Otras recomendaciones:
Fuentes: